domingo, 28 de septiembre de 2014

Sobrevivo a mis inviernos

Pasó otro septiembre con sus luces y sus sombras
y yo no me quedé enraizado
al peligro de la nostalgia acumulada,
ni seguí con la cabeza gacha mimetizándome
en el contrapaso del tiempo.
Volví a respirar y lo hice contigo.
Contigo en la punta de las manos
en los párpados vacíos
en el bolígrafo de los domingos letárgicos
en la soledad de una cerveza en compañía de tantos.
Renací
como lo hizo aquel sueño que construimos a medias
y que el destino derrumbó con todas sus consecuencias.
Renací
como renazco ahora mismo
en cada palabra de noche que quiere ser olvidada,
en un concierto de quebrantos tan poderosos
como la fe ciega en el mañana.
Te recuerdo. Te tengo.
Renazco.
Sobrevivo a mis inviernos.

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