miércoles, 22 de junio de 2016

Vuelve a ser enero



He visto tu nombre
hirsuto
vástago de un invierno
que parece que nunca existió
porque no había de llegar.
Como una flor naciendo dentro
de una huella de elefante,
es así como me siento yo: emergente,
compungida, dolorosa. Triste.
Ibas deshaciéndote gota a gota sobre mí,
sobre mi piel permeable. Tanto te derramabas,
tanto,
que fuiste cascada
y pusiste en cuarentena todo mi equipaje.

He visto tu nombre,
que es niebla desarrollada amenazando
todo lo que pienso.
No sé huir mejor del recuerdo,
que es un látigo – antes fue bala-.
Una vez suspiraste mientras me mirabas, yo lo vi.
Estoy cerrando los ojos ahora.
Vuelve a ser enero.