Pasaba por aquí
y sentí que tu olor me tocaba en la frente.
Llovía.
Como aquella noche en la que fuimos
tormenta:
tú truenos desnombrados
yo gotitas discretas contra la baranda de tu balcón.
La entrega creció
a base de sumarle mi amor a tus derrotas
y tus palabras a mis desastres.
Se dividió una nostalgia
una sola
la del contigo no y sin ti tampoco
en dos cuerpos insolventes
desahuciados de un presente propio.
No podíamos dormir
yo apenas comía
y nos dolíamos demasiado.
Cómo íbamos a avanzar si
los minutos que no compartíamos
unas veces parecían el éxtasis
y otras un derrumbe universal.
Cómo ibas a encontrarme si yo me cansaba de buscarte
en algo que no entendía.
Cómo iba a encontrarte yo si te olvidabas de buscarme
cada vez que renacía.
Pero hoy pasaba por
aquí
y escuché tu voz
que nacía de dentro
de mí misma
de un recuerdo intacto
y sentí que tu olor me tocaba en la frente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario