miércoles, 2 de marzo de 2016

Canciones de invierno

El sábado por la noche hacía frío y llovía en Premià de Dalt. Era completamente invierno. El recién nacido festival ESCENarts acogía en la sala de teatre San Jaume una velada poético-musical protagonizada por Viggo Mortensen y el pianista Rafel Plana. Canciones de invierno es un espectáculo construido a partir de los textos del libro que lleva el mismo nombre y del cual es autor y editor el actor estadounidense.

Emma Escolano, regidora de cultura de Premià de Dalt i amiga de la familia, se había enamorado de este espectáculo en Barcelona y lo había soñado en el San Jaume. Y ahora lo había cumplido. Fue ella quien dijo que no debía perdérmelo y, después de lo que vimos, ambas sabemos que tenía razón.

En el piano de Rafel Plana también llovía, igual que afuera, y se iba desgranando la estación invernal en los acordes de las primeras piezas que sonaban. Viggo Mortensen, con un manojo de papeles arrugados en la mano, que parecían desordenados pero no lo estaban (como tantas cosas que sucedieron esa noche que parecían lo que no eran), apareció con ademán seguro y comenzó a recitar algunos de sus textos. Y así transcurrió el espectáculo, una conversación acertada de textos y piano, de canciones y diálogos. Decía que nada parecía lo que era porque solo Viggo Mortensen, o un actor de sus características, podría llevar a cabo un espectáculo así, donde todo parecía suceder de la nada, donde nada parecía ensayado, donde todo era nuevo incluso para los propios artistas, que parecían no darse cuenta de esa espontaneidad ajustada que ofrecían, de ese despiste adecuado al que jugaban. Así era como Viggo se enfrentaba a sus propios textos y a los de otros autores, como si en realidad aquello fuera una reflexión personal que ocurría en el salón de su casa.

Viggo siguió desnudando los textos y despojando a la poesía de toda su grandilocuencia hasta dejarla frente a frente con el público y con su propia voz para dotarla así, sin apenas esfuerzo, de su carisma y de todo el poder que emana de sí misma. Empezó a llenar un espacio común haciendo cosas comunes, con una voz común y unos textos comunes. Y solo él fue capaz de convertir todos esos lugares comunes en una de las noches más especiales que se habrán vivido jamás allí porque aquel rato fue, para todos nosotros, completamente invierno y completamente canción. 

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