jueves, 3 de septiembre de 2015

Yo no te quería

Si es capaz de crecer una brizna de hierba
en los solares abandonados
en los que habían de vivir familias numerosas
en casas adosadas
y en los que ahora solo queda algún espíritu perdido
con sed de venganza,
por qué no iba a ser yo capaz de quererte.
Yo, que tengo esta necesidad incendiaria
de explosionar constantemente
para impedir que llegue ese momento
en que la vida deje de sorprenderme.

Ya sé lo que era, soy capaz de identificarlo,
eran, otra vez, esas ganas de volar,
de volver a taparme los ojos y dar un paso al frente.
Era ese poder que confiere la seguridad en uno mismo.
Eran unas ganas a medias,
algo tan absurdo como renegar de la pasión.
Pero yo no te quería,
yo solo me quería a mí habitando tus ojos
y quería a mi cuerpo cuando habitaba tus manos
alguna noche de primavera.

Y mírate ahora: eres otro.
Otro que solo conserva un nombre
compuesto de fonemas sonoros
y unos ojos que miden distancias sin sentido.
Pero no temas, es solo un fracaso más,
aún sigue habiendo camino para, en caso de querer huir,
hacerlo siempre hacia adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario