miércoles, 2 de julio de 2014

Recordarnos es lo único que podemos hacernos

Decidí subirte al cielo y
en un arranque de cordura
me di cuenta de que hubiera sido mejor
dejarlo todo como estaba
y plantarte las estrellas bajo los pies
para que no tuvieras que volar
lejos a conquistar otras lunas.

Apareces. Y tu presencia
me recuerda todo lo que no soy.
Es mirarte y querer huir
hacia un pasado que me hubiera gustado
desarmar con mis propios dedos
y en la huida
refugiarme en ese espacio cómodo
que deja cualquier problema
cuando ya se ha hallado la solución.
Es verte y creer que me gustaba de ti
todo lo que no me gustaba de mí
y viceversa.
Es verte y no poder evitar la tentativa oblicua
de poner a salvo mi vida,
de frenar el terremoto.

Recuerda
todas las veces que me creí mundo
entre tus manos,
que me creí lucha
entre tus puños,
que me creí mañana alborotada
atravesando tu habitación.
Acuérdate.
Recuerda qué pasó.
Recuerda que fuiste
y que yo fui contigo
y que tú y yo nunca fue
nosotros.
Acuérdate.
Recuerda qué pasó
porque recordarnos es lo único que podemos hacernos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario