jueves, 12 de junio de 2014

Regresas

De repente estás aquí
dos veranos después
con tu esfuerzo involuntario
de volver hacia
atrás
y de, a la vez, seguir hacia
                                      adelante.
Sin ella.
Regresas
limpiando el asfalto
de quereres a medias tintas
de amores de fuego sin llama
o de llama sin combustión
o de combustión sin oleaje.
Regresas
dejando al sol
sin tu cara salvaje.
Sin tus manos grandes que abarcan montañas
que se coronan en cumbres
que cosquillean el cielo.
Sin tu cuerpo poderoso
mitad raíz, mitad vuelo.
Regresas
con la mirada
todavía en la nieve y en la cima
en el negro de otros ojos y otra piel
en el azul del mar que has nadado
cinco meses seguidos.
Regresas
con tantos idiomas en la misma voz
con tantas costuras en la misma piel
con tantas historias en la misma hambre.
Regresas
para curarnos a los demás nuestros deseos
insatisfechos
-justamente por eso se llaman deseos,
sino se llamarían logros-.
Regresas
para recordarles que los quieres
y que por eso te irás otra vez,
para aprender a querer mejor en la distancia
que es cuando alguien está más cerca.
Regresas
con la ilusión de niño grande
con la contradicción de la libertad constante
con la incertidumbre del mañana –no sé dónde estaré-
y la certeza del ayer –pero sé que estuve-.
Y te abrazan
ellos
mitad horizonte, mitad anhelo,
para volcarte encima la ilusión primitiva del reencuentro.
Regresas
y yo
recordando lo que es echar de menos
acierto solo en no querer saber más
de lo que podrá sostener el silencio.

1 comentario:

  1. que bonito Yasmina, sin palabras me dejas!!!

    un beso grande y un abrazoo!!

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